
Les copio este reportaje que encontré en http://www.zona.cl/
Soy un convencido que el diseño puede ayudar a hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.
Soy un convencido que el diseño puede ayudar a hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.
2005 fue el año con más desastres naturales desde 1851. Los científicos apuntan un culpable: el calentamiento global. Y mientras el Tratado de Kioto intenta disminuir las emisiones de CO2, el mayor contaminante del mundo, EE.UU, aún no lo firma. Aquí, te contamos qué puedes hacer tú.
El mar se recogió. Y en un dos por tres, olas de más de quince metros arrasaron la costa del sudeste asiático en 2004: 14 países afectados, 200 mil muertos, cuerpos irreconocibles flotando en el océano Índico. En 2005, el huracán Katrina devastó Nueva Orleáns dejando mil 300 muertos en septiembre, el huracán Stan que pasó por Guatemala dejó otros dos mil muertos y Wilma hizo pedazos el golfo mexicano. En total, 13 huracanes en el Atlántico durante este año. O sea, la cantidad más alta registrada desde 1851. Un mes antes de Katrina, Kerry Emmanuel,climatólogo del MIT,publicó un estudio en la respetada revista científica Nature,donde demostraba que las tormentas del Atlántico y el Pacífico habían aumentado en duración e intensidad en un 5% desde los 70.
El mar se recogió. Y en un dos por tres, olas de más de quince metros arrasaron la costa del sudeste asiático en 2004: 14 países afectados, 200 mil muertos, cuerpos irreconocibles flotando en el océano Índico. En 2005, el huracán Katrina devastó Nueva Orleáns dejando mil 300 muertos en septiembre, el huracán Stan que pasó por Guatemala dejó otros dos mil muertos y Wilma hizo pedazos el golfo mexicano. En total, 13 huracanes en el Atlántico durante este año. O sea, la cantidad más alta registrada desde 1851. Un mes antes de Katrina, Kerry Emmanuel,climatólogo del MIT,publicó un estudio en la respetada revista científica Nature,donde demostraba que las tormentas del Atlántico y el Pacífico habían aumentado en duración e intensidad en un 5% desde los 70.
En Europa, este año las lluvias produjeron graves inundaciones en Suiza, Austria, Alemania y Bulgaria mientras que España, Portugal y Francia fueron azotados por fuertes sequías. En resumen, puros desastres.
La naturaleza convertida en Hulk y totalmente fuera de control. ¿Coincidencias? Dos mil científicos de 100 países que forman la Comisión Intergubernamental sobre el Cambio Climático piensan que no, y señalaron a un claro culpable: el calentamiento global.
La Tierra se está poniendo cada día más hot. De hecho los últimos diez años han sido los más calurosos de la historia. Si seguimos en las mismas lo que se viene es peor. Marcelo Mena, investigador del Center for Global and Regional Environmental Research de Iowa City, lo ejemplifica así: “Si desapareciéramos como especie, el calentamiento seguirá en 1 grado y se detendría en 100 años más. Si seguimos igual, vamos a subir de 2 a 6 grados. Y si reaccionamos en un plazo de 10 o 15 años, subirá de 2 a 4.” Es decir, habremos adquirido el tostado zapallo fascinante de Cruz Johnson sin desearlo.
Dale menos gasolina
Si Forrest Gump te explicara el Efecto Invernadero, sería más o menos así: la atmósfera es como una bolsa con pan, puede llenarse y vaciarse, pero si no hay pan, no hay once. Y si no hay once, hay pena. Y si hay pena, hay miseria. Depresión total. Todo mal. Llamen a Bono.
Si en un documental Tom Hanks se encargara de hacerlo, te diría que el planeta está cubierto por una capa de gases llamada atmósfera. Parte del calor que entra al planeta, la tierra lo emite de vuelta hacia la atmósfera, la que retiene parte de ese calor impidiendo que nos congelemos. O sea, los gases de la atmósfera son necesarios para nuestra supervivencia. Pero como hemos incrementado en un 36% las emisiones de CO2 desde la revolución industrial, la atmósfera retiene cada vez más calor. Mucho más del que necesitamos para vivir. Si a eso le sumas que mientras más calor, más vapor de agua (que actúa amplificando el Efecto Invernadero), te das cuenta que estamos fritos.
Si en un documental Tom Hanks se encargara de hacerlo, te diría que el planeta está cubierto por una capa de gases llamada atmósfera. Parte del calor que entra al planeta, la tierra lo emite de vuelta hacia la atmósfera, la que retiene parte de ese calor impidiendo que nos congelemos. O sea, los gases de la atmósfera son necesarios para nuestra supervivencia. Pero como hemos incrementado en un 36% las emisiones de CO2 desde la revolución industrial, la atmósfera retiene cada vez más calor. Mucho más del que necesitamos para vivir. Si a eso le sumas que mientras más calor, más vapor de agua (que actúa amplificando el Efecto Invernadero), te das cuenta que estamos fritos.
Chicos y chicas, esto es lo que está pasando:
1.- Aumento de la temperatura global. Según la O.M.M (Organización Metereológica Mundial), “desde el siglo XX la temperatura mundial ha aumentado entre 0,6 y 0,7ºC. Desde 1976, la variación es aproximadamente el triple que en el pasado siglo”.
Se cree que desde el inicio de la civilización, la temperatura sólo ha variado en 1°C. De continuar los niveles de contaminación, se predice que la temperatura global aumentará entre 1,4°C y 5,8°C antes de 2100.
1.- Aumento de la temperatura global. Según la O.M.M (Organización Metereológica Mundial), “desde el siglo XX la temperatura mundial ha aumentado entre 0,6 y 0,7ºC. Desde 1976, la variación es aproximadamente el triple que en el pasado siglo”.
Se cree que desde el inicio de la civilización, la temperatura sólo ha variado en 1°C. De continuar los niveles de contaminación, se predice que la temperatura global aumentará entre 1,4°C y 5,8°C antes de 2100.
2. Derretimiento de los cascos polares. Según el trabajo conjunto de 250 científicos de ocho países, la capa de hielo en el círculo polar Ártico se redujo en los últimos 30 años de un 15% a un 20%.
Se calcula que el nivel del mar ha crecido entre 10 y 20 centímetros en el último siglo. Para este siglo pronostican un aumento entre 9 y 88 cms.
Se calcula que el nivel del mar ha crecido entre 10 y 20 centímetros en el último siglo. Para este siglo pronostican un aumento entre 9 y 88 cms.
3. Aumento en la frecuencia e intensidad de sequías, inundaciones y huracanes. Europa es el continente más afectado por los cambios climáticos. Los ocho años más cálidos de su historia se han producido en los últimos catorce. En 2003, 40.000 personas murieron debido a una ola de calor en ese continente. Este año, varios países fueron azotados por fuertes sequías o inundaciones.
La causa en el aumento de estos fenómenos sería el calentamiento global, según el informe “Cambio climático y sucesos meteorológicos en Europa”del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Según un estudio de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) el peor escenario para Chile sería este: las costas de la V y VIII región inundadas, la agricultura se desplaza hacia el sur y se produce una migración de las especies marinas de las que depende la pesca.
Poco a poco el mundo se está convirtiendo en un generador de efectos especiales a escala real. Así como van las cosas CNN se convertirá en un canal de películas sobre desastres naturales y Spielberg renunciará a sus mega presupuestos para filmar documentales.
Según un estudio de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) el peor escenario para Chile sería este: las costas de la V y VIII región inundadas, la agricultura se desplaza hacia el sur y se produce una migración de las especies marinas de las que depende la pesca.
Poco a poco el mundo se está convirtiendo en un generador de efectos especiales a escala real. Así como van las cosas CNN se convertirá en un canal de películas sobre desastres naturales y Spielberg renunciará a sus mega presupuestos para filmar documentales.
Socios Sucios
En los noventa, los gobernantes del mundo se dieron cuenta de que no sacaban nada con seguir haciendo negocios si el propio mapa estaba en peligro. Por eso en 1997, durante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Kioto, los países industrializados se comprometieron a reducir la emisión de gases. Hasta ahora 141 países han firmado el Tratado, los que representan un 61% del total de las emisiones del planeta. Recién en febrero de este año el tratado entró en vigencia, después de la inclusión de Rusia en el acuerdo.
El gran problema de Kioto es que Estados Unidos, el mayor contaminante del mundo con el 25% del total de las emisiones planetarias, se niega a firmarlo, a pesar de que fue el principal impulsor de la idea bajo la administración Clinton.
El 2001, Bush se retiró del acuerdo argumentando que el Tratado afectaba la economía de su país. Que la cosa no iba a funcionar si no se obligaba también a los países en vías de desarrollo a bajar el nivel de sus emisiones contaminantes. Y que el Tratado les permitía a países “no industrializados”, que sí tienen grandes industrias como India y China, obtener ventajas económicas.
Otra vez, el dinero antes que el futuro del planeta. Como si los billetes fueran a servir de algo cuando el planeta huela a quemado.
China es uno de los principales contaminantes, pero se niega a firmar el tratado como país industrializado. El resto de los países dicen que haber reemplazado la maquinaria industrial por cantidades gigantescas de mano de obra, no la convierten en un país en “vías de”. Que por el contrario, China es un gigante de las manufacturas. Y que por lo tanto, debe someterse a las mismas normas que los países más desarrollados.
Según Marcela Main, del departamento de relaciones exteriores de CONAMA, los países industrializados incluidos en el protocolo, en conjunto ya han cumplido la meta de reducción de emisiones. El punto es que los contaminantes de la atmósfera son los que se han acumulado desde la revolución industrial. Y eso no es una tarea de limpieza que se logre de un día para otro.
Lo bueno es que en la última reunión de Kioto hace unas semanas en Montreal, por primera vez los países lograron que Estados Unidos se incluyera en la Convención. Sin embargo, Estados Unidos y China siguen al margen del protocolo. Todavía no firman. Y eso los deja libres para que sigan contaminando la atmósfera mundial.
Lo bueno es que en la última reunión de Kioto hace unas semanas en Montreal, por primera vez los países lograron que Estados Unidos se incluyera en la Convención. Sin embargo, Estados Unidos y China siguen al margen del protocolo. Todavía no firman. Y eso los deja libres para que sigan contaminando la atmósfera mundial.
Pago por contaminar
Los Bonos de Carbono son el mecanismo que el Tratado de Kioto estableció para llevar a cabo esa disminución de contaminantes. Básicamente el negocio funciona así: un país contaminante (generalmente desarrollado), compra bonos de carbono a los países que redujeron su cuota de emisiones de CO2, o que mantienen reservas forestales (generalmente en vías de desarrollo). En el fondo, pagan por el “derecho” de contaminar.
Chile ya ha ganado 23 millones de dólares por la venta de estos bonos. Marcela Main de la CONAMA explica que el sistema incentiva la utilización de tecnologías limpias. Porque si una empresa quiere vender bonos, significa que ya ha bajado sus niveles mediante el uso de energías no contaminantes.
Sin embargo, el problema es que perpetúa la condición de países en vías de desarrollo a las naciones del tercer mundo, como Chile, según Paola Basconi, coordinadora del programa de Medio Ambiente de fundación ecologista Terram. ¿Por qué? Porque mientras los industrializados siguen contaminando, los países en “vías de desarrollo” que quieran vender bonos de carbono, se verán obligados a no implementar maquinarias industriales.
Si a eso se le suma que la mayoría de las fuentes energéticas fósiles están en países tercermundistas, tenemos una paradoja de humor negro. Una que se resuelve como siempre: para variar, los países pobres salen perdiendo.
Limpieza energética
En Chile el 90% de las fuentes energéticas utilizadas son combustibles: petróleo y sus derivados. Por ello el Colegio de Ingenieros desarrolló un estudio sobre las energías alternativas y sus potencialidades. Según la investigación, las principales fuentes energéticas con las que Chile cuenta son la energía solar y la energía geotérmica. Y cada una por sí misma, serían más que suficientes para abastecer el consumo energético interno. Pero no se exploran porque para eso se necesita plata.
Aunque sólo sea un pequeño grano de arena, uno también puede cooperar para reducir las emisiones de CO2 y metano. La BBC elaboró una especie de manual casero con recetas domésticas para enfriar las cosas.
Hay una oportunidad aquí para que los diseñadores podamos colaborar a hacer de este mundo un lugar más limpio, y poder dejarle a las futuras generaciones un mejor lugar para vivir.
Saludos, Jaime.
Saludos, Jaime.
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